Historia de los números romanos

El origen de los números romanos data de hace unos 400 mil años.

Los antecesores del ser humano comenzaron a contar con los dedos, posteriormente, cuando comenzaron a criar animales y a cultivar la tierra, iniciaron la escritura de números en los troncos de los árboles para poder contar las cosechas y los ganados que había en sus rebaños.

Al pasar el tiempo se vieron en la obligación de crear un sistema numérico más completo para poder contar mayores cantidades de animales y cosechas, desarrollándose diferentes sistemas numéricos, uno de ellos lo desarrollaron los Etruscos que utilizaban diferentes letras para contar.

Derivado de este sistema etrusco, los romanos crearon su numeración basada en letras mayúsculas.

Seguro que alguna vez has visto escrito "siglo XX" o "siglo XXI", además en muchos de los libros de lectura nos encontramos con "Capítulo III" Y "Capítulo IV". Todas estas letras I, V, y X las usaban los romanos para escribir los números. 

Estas letras se unen y se repiten para formar otras cantidades, por ejemplo: el número 2 en números romanos es II o el numero veinte es XX, tomando en cuenta que una X es diez y una I es uno, aunque siguen unas reglas un tanto más complejas, por eso se recomienda memorizar los números romanos por repetición en primaria hasta ingresar a secundaria, donde se ve más avanzado este sistema.

En la actualidad utilizamos el sistema decimal que desde el principio aprendemos que se compone como su nombre lo indica, de 10 dígitos 0, 1, 2,3 4, 5, 6, 7, 8,9 y con esto generamos más cantidades, en esto se asemeja el sistema decimal nuestro al sistema de números romanos donde diez se escribe 10 o cien 100.

En la actualidad el sistema de números romanos se encuentra en desuso como sistema para contar, pero se utiliza para motivos literarios y decorativos. Podemos encontrarlo en relojes,en la literatura y es muy frecuente utilizarlo para describir décadas, así el siglo quince lo escribimos de la siguiente forma: cogemos un diez X y un cinco V y nos quedará así XV.

En el siguiente vídeo podemos ver una breve historia de los números romanos: